Una receta de cocina es, en esencia, la información y descripción ordenada en una serie de pasos para la elaboración de un producto culinario.
A priori, formular una receta de cocina parece una tarea muy sencilla: se trataría básicamente de enumerar los ingredientes, cantidades y los pasos a seguir. Pero formular una receta de forma clara, precisa y teniendo en cuenta todos los aspectos complementarios a la misma, hace que la tarea se complique.
Hay unas cuestiones previas que se deben tener en cuenta antes de empezar.
Lo primera es tener claro en que soporte va a aparecer la receta. No es lo mismo hacerla en un cuaderno, en un blog o en un medio audiovisual como puede ser YouTube. Cada medio requiere de un enfoque distinto y tiene una serie de ventajas o desventajas que hay que valorar previamente.
La segunda sería adaptar la receta al nicho de público al que va dirigida: Desde una persona que no sabe cocinar, hasta profesionales del sector, habrá que adaptar el tono, la información y la terminología.
Elementos básicos
El nombre del plato, expuesto al principio de la receta y de la forma más breve, descriptiva y evocativa posible.
Los ingredientes, con nombres lo más universales posible y con la cantidad de uso siempre al lado (gr., ml., tazas, cucharadas, etc.). Lo más práctico sería colocarlos en orden de uso. En este apartado también se detallará el número de raciones, utensilios necesarios y tiempo de elaboración.
La elaboración. Esta es la parte más importante de la receta. La redacción debe ser ordenada y sencilla, incluyendo todos los datos fundamentales como las medidas, el tipo y tiempo de cocción, la temperatura y la incorporación secuenciada de los ingredientes. Las frases deben ser cortas y las palabras utilizadas fáciles de entender, huyendo de los tecnicismos (a no ser que la receta vaya dirigida a profesionales). La estructuración sencilla: separa cada procedimiento en un párrafo. Se usarán principalmente los tiempos verbales del imperativo y el indicativo según el grado de cercanía que se quiera establecer.
Información adicional que enriquecerá la receta
Fotos del paso a paso. Darán una información adicional a la vez que la receta ganará en atractivo visual.
Presentación. A veces se sugiere una presentación específica de la elaboración.
Información complementaria. Aquí se añadirá cualquier información adicional referida a la receta. Como posibles sustituciones de ingredientes, explicaciones detalladas de alguna técnica, dar algún consejo práctico o personal referido a la elaboración o conservación del plato…
Información extra. Tiene cabida toda aquella información relacionada con la receta en mayor o menor grado. Puede incluirse la historia del plato, las variantes del mismo, los valores nutricionales…
Existen otro tipo de recetas llamadas “recetas estándar”, en las que la formulación y todos los aspectos que pueden estar asociadas a esa elaboración, son mucho más precisos y técnicas. Son propias de ámbitos profesionales como restaurantes y escuelas de cocina, donde se busca conseguir un producto final estándar en calidad, sabor y estética.
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