Los dátiles: endulzantes con mucha historia

Si pensamos en dátiles inmediatamente nos trasladamos al Oriente Próximo. Aunque son un producto que conocemos bien, aún le otorgamos hoy en el mundo occidental algunas connotaciones exóticas. 

El dátil procede de la palmera Phoenix dactylifera L, conocida como palmera real que en África y Oriente Medio se conoce como el “árbol de la vida”. Los mayores productores de dátiles son Irak, Irán, Israel y Túnez, pero es un producto que también se cultiva en California y en Elche.

Los dátiles, a medida que maduran, van adquiriendo un tono marrón que da color a su cáscara blanda. En el interior albergan una sabrosa pulpa muy carnosa y una semilla alargada. 

Se cree que los dátiles empezaron a cultivarse hace más de 6000 años. No es de extrañar pues se trata de un alimento muy nutritivo, algo que ya conocían los griegos, los hebreos y también los egipcios. El Corán nombra este alimento en más de 20 ocasiones. Para los musulmanes, es el primer alimento que consumen cuando durante la celebración del Ramadán se pone el sol. Curiosamente también es uno de los ingredientes favoritos para las barritas energéticas que consumen los deportistas. 

Existen diferentes variedades de dátiles, la Medjool que se cultiva en Israel es la que encontramos más habitualmente en los supermercados, se tratan de dátiles grandes y de color oscuro. La Deglet Noor es típica de Túnez, tiene una piel lisa y brillante. mientras que la Barhi tiene una forma más redondeada y un color amarillo y es habitual que se venda en ramas.

El dátil es una fruta desecada

El dátil es una fruta que se consume desecada, de hecho se deseca antes de recogerse en la propia palmera. La recogida se realiza entre los meses de octubre y enero, el resto del año también se pueden consumir, pero secos o confitados. Una palmera datilera puede llegar a dar hasta 200 kilos de dátiles al año. El problema es que solo dan frutos las palmeras hembras y no se distingue el sexo del árbol hasta que tiene 7 u 8 años.

Son una fruta que contiene mucha azúcar, lo que quiere decir que pueden fermentar con mucha facilidad, por eso es importante conservarlos en la nevera. Pueden llegar a durar hasta seis meses aunque cada vez se irán secando más. Los dátiles no maduran todos a la vez con lo que hay que estar pendiente para ir recogiéndolos de la palmera a medida que lo hacen.

Desde el punto de vista nutricional, se trata de una fruta que tiene un alto poder energético, y es que cada 100 gramos aportan 67 gramos de hidratos de carbono, prácticamente no tienen grasa y 288 kilocalorías. También son muy ricos en fibra. En cuanto a minerales y vitaminas, son ricos en zinc, potasio, calcio, hierro y magnesio, también en vitamina E, B3 y en folatos.

En la antigüedad, mucho antes del descubrimiento del azúcar, los dátiles se empleaban como endulzantes. Para ello se cortaban en pequeños trozos o se convertían en sirope. A día de hoy son uno de los productos que se utilizan para tratar de reducir la ingesta de azúcar refinado. Esto se debe a que tienen un 63% de azúcar natural (glucosa y fructosa) pero combinada con fibra que ayuda a reducir el índice glucémico.

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