Entrevista a Pablo Doncel. Alumno del Curso de Cocinero Profesional

La cocina es una bonita profesión. Una actividad que además, genera interés en muchas personas porque es muy gratificante. Es el caso de nuestro alumno Pablo Doncel, que decidió realizar el Curso de Cocinero Profesional para profundizar en una de sus grandes pasiones. El interés mostrado en el curso, su experiencia y amor por la cocina ha hecho que queramos conocer mucho más de su experiencia estudiando en nuestra escuela.

¡Hola, Pablo! ¡Gracias por querer compartir tu experiencia con nosotros y, sobre todo, por tu amor a la cocina!

>> Comentábamos en la presentación que no eres un profesional de la hostelería pero que sientes mucho interés por la cocina.
Mi afición a la cocina se debe a mi abuela, que me enseñó desde pequeñito, mano a mano, durante muchísimas horas, un legado que para mí es muy valioso y se ha convertido en una de mis principales aficiones hoy en día.  Además, en mi casa, cocino yo desde los 16 años aproximadamente, voy a hacer la compra e intento tener siempre a punto la cocina. Por este motivo, siempre he querido ir un paso más allá y obtener una buena formación en este aspecto, más allá de ser autodidacta e ir probando cositas por mi cuenta.

>> ¿Tenías estudios previos en cocina?
No, la verdad. Soy Periodista por la Universidad San Jorge y me he especializado en Marketing Digital. Mi último trabajo en el sector privado fue ocupar un puesto de responsable del área de Marketing y Comunicación de una empresa. Ahora me encuentro opositando.

>> ¿Crees que en algún momento estos estudios en cocina podrían complementar tus estudios en Periodismo y Marketing Digital a la hora de generar nuevos contenidos, por ejemplo?
¡Absolutamente! Como periodista, antes de abordar cualquier tipo de información, me parece fundamental tener una base teórica y horas de trabajo a la espalda, bien buscando asesoramiento, bien a través de una formación, para poder redactar un texto con rigor y profesionalidad. Ocurre lo mismo en medios audiovisuales y redes sociales. No creo que pudiera ser, por decirte, un buen crítico gastronómico sin saber lo que cuesta deshuesar una pieza o los flujos de trabajo y la normativa tan estricta que siguen los restaurantes.

>> ¿Qué te aporta la cocina?
Para mí, la cocina es la manifestación física y tangible de mi propia pasión. Mi relación con la comida ha cambiado a lo largo de los años, y la formación en temas culinarios, un mayor conocimiento de la nutrición, así como el deporte y la vida sana, han sido fundamentales para este proceso. Podemos hacer tantas cosas para comer, ¡es abrumador! Sin embargo, yo lo veo como un lienzo en blanco. Me encanta ir a comprar al mercado, seleccionar cada ingrediente, y sorprender a mi familia con una preparación completamente diferente cada día. Para mí es fundamental “traer a la realidad” la cocina, es decir, en el día a día, desgraciadamente, no puedo sacar dos o tres horas para cocinar tranquilamente, es más, muchas veces apenas dispongo de una sola, por lo que es fundamental tener de antemano una planificación. Estar bien organizado me permite disfrutar el proceso de lunes a domingo sin prisas y sin agobios.

>> ¿Qué destacarías del estudio realizado?
Lógicamente empecé con vosotros en este contexto pandémico tan convulso e improbable, viendo esta crisis como una oportunidad de crecer personal y profesionalmente. Si bien no creo que me dedique a nivel profesional a la cocina, este curso ha mejorado en gran medida mi calidad de vida, ayudándome a poner un plato más saludable todos los días en la mesa, tanto a mis familiares como a mí mismo, a respetar el producto y sacarle un mayor rendimiento en cada preparación, algo de suma importancia para mí. Técnica, historia o teoría, son algunas de las enseñanzas que vine buscando y que, de manera muy satisfactoria, he obtenido con creces.

>> ¿Qué destacarías de nuestra escuela ESAH?
La formación se ha adaptado a todas y cada una de mis circunstancias en cada momento, una versatilidad que he agradecido especialmente en momentos muy puntuales durante estos meses atrás. Normalmente me organizo bien por mi cuenta, pero saber que hay un equipo detrás de ti, apoyándote y haciendo un seguimiento de tu proceso, resulta francamente tranquilizador. Para mí, un buen libro es fundamental, completo y bien estructurado, porque me permite trabajar y hacerme los esquemas y resúmenes que necesite. No obstante, siempre quedan apartados más específicos que necesitan un feedback o un ejemplo en la vida real, y el equipo docente, cocineros profesionales con muchos años de experiencia, han estado a mi disposición en todo momento para aclararme todo tipo de dudas.

>> Estudiar cocina online. ¿Cómo explicarías a futuros alumnos que sí es posible?
Creo que la mayor preocupación -una que formulé yo mismo antes de iniciar la formación- es que pueda existir una carencia sustancial en la práctica, es decir, que como alumno no pueda adquirir la técnica de cocina adecuadamente. Es comprensible, pero no ha sido así. El curso dispone de una gran cantidad de videos paso a paso. Literalmente, puedes practicar los diferentes tipos de corte sobre la marcha. Pero ¡es más! Todos aquellos utensilios que, por diferentes cuestiones, he decidido sustituir durante el curso en mi cocina, los he cambiado previo asesoramiento de los profesores, un auténtico privilegio dado a que es la recomendación de un profesional. Por lo tanto, no solo no ha existido esa carencia, sino que lo destacaría como un punto fuerte de la formación.

>> Para acabar y conocer tu faceta en la cocina, ¿te animas a compartir con nosotros una receta de la que te sientas especialmente orgulloso?
Una de mis pruebas finales fue el Timbal de Mediodía. Mi idea era concebir un plato muy versátil, equilibrado y capaz de satisfacer las necesidades nutricionales de un plato principal en una carta. Lo cierto es que la estructura del timbal me pareció muy divertida para otorgar un tipo de cocción específica por cada piso, pudiendo disfrutar de ingredientes y texturas diferentes. Además, pensé en el pimiento, una verdura de temporada en febrero -cuando lo presenté-, para darle un sabor muy característico al arroz, y equilibrando muy bien en boca con los diferentes quesos. Como resultado, obtenemos un principal muy completo y sabroso al paladar con el sabor umami de las setas con mantequilla y la cremosidad del queso, el huevo y el puré.

¡Gracias Pablo! Y nos quedamos con la receta ¡para ponerla en práctica!

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