A nuestro Curso de Cata y Elaboración de Cervezas muchos alumnos llegan por curiosidad, por hobby, porque quieren profundizar sobre un producto que les gusta, que les llama la atención y en el que consideran que además de especializarse, van a saber disfrutar y apreciar mucho mejor este producto. Jesús Galindo llegó a nuestras escuela ESAH por su propia curiosidad y ganas de saber más sobre el mundo de la cerveza y no descarta sacarle partido profesional, ahora que ha profundizado en lo que hasta ahora era una afición. ¿Quieres conocer su experiencia? Hemos estado hablando con él y te dejamos su testimonio en la siguiente entrevista.
>> ¡Hola, Jesús! Agradecer que compartas con nosotros tu experiencia estudiando en nuestra escuela.
>> ¿Qué puedes contarnos de tu trayectoria académica y profesional?
Soy licenciado en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza. Me especialicé en la rama de Bromatología, Sanidad y Tecnología de los Alimentos. La semana pasada también obtuve el título de Bachelor en Comunicación por la Universidad de Andorra.
Trabajo en el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Andorra en el departamento de salud pública, en concreto soy jefe de servicio del área de seguridad alimentaria y sanidad ambiental (“Àrea de Seguretat Alimentaria i Entorn”). Antes de entrar en la administración estuve unos años en una empresa privada de Madrid, trabajando en consultoría de seguridad alimentaria.
>> ¿Por qué te decidiste a estudiar en ESAH?
Hace unos 4-5 años estuve de viaje por California. Me llamó la atención que en cada restaurante de las poblaciones que parábamos había una carta con “local beer”. Me acostumbré a pedirlas porque eran mucho más buenas. Durante la segunda o la tercera ola de la pandemia fui a un restaurante a comer con mi padre y me ofrecieron una cerveza artesana. No me entusiasmó, no era como esas que había bebido en California o una que recuerdo haber tomado en Ushuaia en el año 2007, quizá la mejor que he bebido hasta la fecha. Entonces pensé ¿por qué no elaboro mi propia cerveza? Me compré un kit de extracto de malta en internet, de los más sencillos, empecé a mirar tutoriales de YouTube y a fabricar mi propia cerveza. Me fui aficionando y quise hacer mejor las cosas. Aunque ya tenía formación en bioquímica, microbiología y tecnología de los alimentos, me di cuenta de que estaba un poco oxidada. Pensé que la mejor manera para aprender, tener un referente al que consultar y que me orientara, era a través de un curso como el que ofrece ESAH.
Lo encontré por internet, vi el temario, me pareció interesante y me apunté. Sobre todo, porque quería aprender cosas nuevas. Podría estar en contacto con personas con una contrastada experiencia profesional y académica. También era una manera de desconectar los fines de semana del estrés y el trabajo que nos estaba dando la pandemia al sector sanitario.
>> ¿Qué destacarías de los estudios que has seguido?
Durante el curso he aprendido muchas cosas en especial relativas a la cata y al maridaje de las cuales no tenía ni idea antes de empezar. Los conceptos más tecnológicos ya los sabía, aunque los tenía un poco olvidados. Los tipos de cebada, lúpulos, levaduras y todas sus combinaciones los desconocía por completo. También la clasificación y los estilos de cerveza. La parte histórica siempre es interesante, es un buen marco para contextualizar y entender la cultura cervecera. Gracias al curso ha aumentado mucho mi interés por la cultura cervecera y todo lo que la rodea. Ahora, si bebo una cerveza industrial la encuentro más sosa, con poca personalidad. Aunque las cervezas para mí son como los quesos -algunas son mejores que otras- pero todas tienen alguna cualidad interesante.
>> ¿Qué destacarías de nuestra escuela?
Lo primero y más importante, es que me podía organizar el estudio y las tareas a mi ritmo, compaginándolo con mi trabajo. Podía estudiar por la noche y el fin de semana. Dicen que siempre hay tiempo si te organizas, pero no es nada fácil cuando tienes otras obligaciones. También destaco la atención recibida por mi coordinadora y por mi tutora, siempre dispuestas a ayudarme y orientarme, así como las aportaciones, valoraciones y los comentarios del profesorado o la facilidad de utilización del campus virtual, que es muy intuitivo. Los webinars y los comunicados son muy interesantes y vale la pena seguirlos.
>> ¿Qué dirías a todas aquellas personas que todavía dudan en realizar una formación online en cata y elaboración, en formato online?
El hombre es un ser social por naturaleza. Siempre es preferible el contacto con los compañeros y con el profesorado, pero si trabajas o vives en una zona lejana a la escuela, tener la posibilidad de acceder a una formación online y organizar tu tiempo a tu manera, sin depender de otros es algo genial. La pandemia nos ha demostrado que podemos acceder a formación y a servicios de mucha calidad sin movernos de casa. Lo realmente importante es tener curiosidad, inquietud, ganas de aprender, constancia y capacidad de trabajo.
>> ¿Te animarías a recomendar alguna cerveza artesana que te guste especialmente y por qué?
Por animarme sí, pero no voy a ser justo porqué hay muchas cervezas artesanas que no he probado ni conozco y seguro que son muy buenas.
Personalmente me gustan más las cervezas del tipo Bitter inglesas, las Pale Ale y las IPA, sobre todo las americanas que son más cítricas y florales. Me gustan los sabores y aromas a lúpulo, aunque también me puede gustar la Porter o la Stout. Una que me viene ahora a la cabeza es la IPAral·lel, una West Coast IPA que te la puedes tomar en el abirradero, un brewpub de Barcelona que está en el paralelo.
En Andorra, donde vivo, hay varias micro cervecerías, destacaría la &And. En Catalunya, Montseny, Sant Jordi, Barcelona Beer Company. DouGall’s en Cantabria, Guadalquibeer y Albero en Sevilla, Texeda en Gran Canaria, Dawat en Cuenca, Tyris en Valencia, La Sagra en Toledo, etc. Seguro que me dejo muchas. Como podéis ver desde hace un tiempo a esta parte ha habido un boom de la cerveza artesana en España y no creo que sea una moda pasajera, aunque no sé cómo habrá afectado la pandemia de Covid-19 al sector. Pienso que se recuperará y que tiene que seguir creciendo. También tiene que aumentar el número de consumidores que se interesen por este tipo de productos y su demanda.
>> ¿Animarías a otros amantes de la cerveza a realizar este curso? ¿Por qué?
Por supuesto que sí. La cerveza es todo un mundo. Como decía Sócrates “solo sé que no sé nada”. Contra más cosas aprendes más te das cuenta de la infinidad de conceptos que desconoces, de la cantidad existente de tipos de cebada, lúpulo y levaduras y sus múltiples combinaciones. La complejidad de los procesos tecnológicos, los múltiples estilos y de variantes de cerveza existentes y los que puedes llegar a crear. Es imposible abarcarlo y saber de todo. El mundo de la cerveza artesana está en auge y no deja de ganar adeptos. En la actualidad, nos encontramos con productos originales, de proximidad, con personalidad propia, que encierran historias muy personales. Y para los más hedonistas, gracias al curso también aprenderán a apreciar y a disfrutar la cerveza a través de los sentidos considerando aspectos como: aroma, apariencia, sabor, sensación en boca e impresión general fina. Identificando y apreciando sus cualidades organolépticas, disfrutando al máximo su consumo y acompañamiento. Es una buena iniciación para todo aquel que se quiera adentrar en el mundo de la cerveza.
>> Una vez realizado el curso en la cata y elaboración de cervezas, ¿piensas en aprovechar estos conocimientos a nivel profesional?
De momento sólo elaboro cerveza artesanalmente para mí y para mi familia en mi casa. Montar una micro cervecería ¿por qué no? Creo que todavía no está el mercado maduro, si bien en España estaba creciendo mucho antes de la pandemia (ahora no sé cómo le habrá afectado). De momento no me lo planteo, pero como dijo un ciego, ya veremos.
¡Muchas gracias, Jesús!
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