Voy camino del trabajo (el cual me gusta y me preparé para esto) conduciendo como un día cualquiera y me asalta un pensamiento, ¿Cómo de importante es un restaurante? ¿Merece la pena mi trabajo? Mi respuesta la tengo clara, pero si me dejáis, quisiera exponer brevemente unos pequeños apuntes para hacernos una idea de lo importante que hoy día puede llegar a ser un Restaurante.
Cliente y Restaurante están íntimamente ligados y van mucho más allá de lo que en principio designan el significado de sus conceptos. La comida, a no ser que se haga en soledad, transciende de su primer objetivo para constituir un encuentro entre las personas que se reúnen en torno a una mesa. Creo que la citada frase, resume en sí la importancia de la comida y el Restaurante como elementos imprescindibles del desarrollo cultural del hombre. Se podría decir que todo cuanto al ser humano le ha inquietado, se ha debatido en torno a una mesa, y en muchas ocasiones después de haber comido y bebido.
Comer, lo que se dice comer, se come en cualquier parte, pero sólo un restaurante, en un buen Restaurante, la comida se convierte en un rito en el que se entremezcla la gastronomía, la ceremonia, la elegancia, la alegría del encuentro y el solaz de la animada charla. Por todo lo expuesto no peco de exagerado al afirmar que los profesionales de la hostelería deben cuidar, amar y mimar al Restaurante y por tanto a sus clientes. La máxima responsabilidad de que el Restaurante sea ese gozoso punto de encuentro para el diálogo y el buen yantar recae en los profesionales que lo atienden que han de ser plenamente conscientes de la importancia y nobleza de su trabajo, de que atender una mesa es mucho más, muchísimo más que ir colocando en ella platos a degustar y los vinos a beber.
Desgraciadamente, creo firmemente que muchísimos de los conceptos y conocimientos adquiridos en mi experiencia, son muy difíciles de llevar a la práctica en la realidad, y pensar en esto produce tristeza porque ésta profesión es bella sólo si las cosas se hacen bien. Con el boom turístico se produjo un mal que aún no ha sido curado: trátese de pésima atención, trato y servicio que en muchos de nuestros restaurantes y hoteles se da al turista, sobre todo en los meses de verano. Si nuestro país quiere seguir manteniendo el rango de primera potencia turística internacional, deberíamos subsanar tales puntos negros.
El mundo de la Hostelería está vivo, hoy día los clientes buscan nuevas sensaciones, elementos sorpresa… si de verdad amamos nuestra profesión, evolucionaremos con sus necesidades, aprenderemos cosas nuevas y sólo siendo mejores día a día cumpliremos nuestro objetivo.
Antonio Suárez Hidalgo
Profesor ESAH
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2 Comments
Soledad Yofre
18 abril, 2013 at 9:08Querido compañero,
No puedo estar más de acuerdo contigo.
Ojalá con la formación que nosotros impartimos consigamos transmitir este sentimiento al mayor número de personas posible, profesionales o no, de este maravilloso (y muy sacrificado) sector.
Todos, clientes y profesionales, somos responsables de mimar nuestros restaurantes.
Te agradezco que hayas compartido con nosotros “tus pensamientos” porque seguro que a más de uno nos ha hecho reflexionar.
Un abrazo,
Soledad Yofre
Antonio Cano
18 abril, 2013 at 12:20El año pasado asistí a un curso de gestión de negocios de hostelería en la Escuela de Hostelería Gambrinus de Sevilla. Ahí me di cuenta de lo importante que es la formación del personal para el buen desarrollo de cualquier tipo de negocio de hostelería.