Como siempre pasa cuando surge una dieta de moda, mucha gente dirá que es maravillosa, mientras que al mismo tiempo, surgirán sus detractores.
Bien, ¿en qué consiste la dieta Paleolítica?
Se basa en consumir lo que nuestros antepasados comían en la era Paleolítica, es decir, como eran cazadores, se permite el consumo de carne, obviamente que no esté procesada, siempre de animales que hayan estado en libertad, que se alimentaran de manera natural, sin métodos de engorda, ni que hayan estado en granjas para su explotación.
Pescados y Mariscos están permitidos, pero en mismas condiciones, prácticamente si te aseguras que no procede de piscifactorías ni que hayan sido manipulados.
Frutas, verduras y frutos secos, también están permitidos, recordando que eran recolectores.
De las grasas se permiten las de origen animal, manteca o sebo, mantequilla, no permite aceites sobre todo los de semillas como el aceite de girasol, maíz, soja, etc.
Reducir el consumo de carbohidratos evitando principalmente el consumo de azúcares simples. Tampoco se permiten cereales, legumbres, productos lácteos ni alimentos procesados.
Quien la defiende asegura que es una dieta ideal para evitar las enfermedades degenerativas que tanto acusan a la población en la actualidad, tales como diabetes tipo 2, obesidad, cáncer, Parkinson, Alzheimer, enfermedades del sistema circulatorio como aterosclerosis o hipertensión arterial, etc. Pues suelen producirse bien por exceso de alimentación (mala alimentación) o incluso por alimentos contaminados, bien por pesticidas o por cambios genéticos que pueden estar producidos por la contaminación ambiental.
Aseguran que basando la alimentación en estas pautas, es posible mejorar la calidad de vida, al disminuir sobre todo el consumo de carbohidratos y grasas. Evitando así la posibilidad de desarrollar obesidad, diabetes, cáncer, etc. Pues se reduce la resistencia a la insulina y se combate la obesidad.
Pero no debemos olvidar:
- Nuestro organismo necesita de todos los grupos de alimentos para su buen funcionamiento. Siendo los carbohidratos la principal fuente de energía, además que son imprescindibles para el sistema nervioso central y los neurotransmisores. Las grasas son importantes pues también son fuente de energía y ayudan al correcto intercambio de nutrientes en las células.
- Puede ser que en la era Paleolítica esta dieta resultara funcional y se asume que gracias a esta no se desarrollaban enfermedades, pero no podemos pensar que nos encontramos en igualdad de condiciones, primero porque su actividad física era muy superior a la actual, bien que no se permitan carnes de animales que no hayan crecido en libertad, pero ellos debían cazar el animal para poder comerlo, lo que implicaba un gasto energético superior que ir al supermercado y elegir una bandeja de carne. También porque su esperanza de vida no superaba los 30 años por lo que no tenían tiempo para desarrollar patologías como el cáncer o diabetes tipo 2.
- Las dietas hiperproteícas son perjudiciales para la salud, vuelta a lo mismo, si prohíben el consumo de carbohidratos y grasas, bien podemos comer carne, pero el exceso de carne en la dieta resulta altamente perjudicial, no son nutrientes que se puedan almacenar en el organismo, así que para eliminarlos, se genera un exceso de trabajo para órganos excretores como son el riñón y el hígado en el pleno esfuerzo por depurar el organismo.
- Tengamos claro que nunca una dieta restrictiva puede ser buena, debemos entender que el organismo es una máquina perfecta que necesita de los alimentos que tenemos a la mano, pero lo que siempre nos cuesta entender, es que se necesitan en justa medida, depende de nuestra edad, sexo, peso, estatura y actividad física.
- La contaminación juega un papel importante, existen muchos factores que nos están modificando genéticamente, pues el hombre intenta adaptarse al medio en el que habita, así, surgen alergias (celiaquía, intolerancia a la lactosa, intolerancia a algunas proteínas) e incluso patologías que alteran el metabolismo.
La dieta paleolítica está avalada por estudios clínicos y algunos nutriólogos, pero es importante tomar en cuenta que se trata de una dieta muy nueva, es verdad que se han registrado beneficios, pero aún no ha trascurrido el tiempo necesario para saber los efectos negativos que puede generar.
En conclusión, siempre que se quiera iniciar una dieta determinada, es necesario consultar a un experto en nutrición, pues así nos aseguramos de obtener las recomendaciones que nuestro cuerpo realmente necesita.
Sería más sencillo si comprendemos que todos los alimentos son necesarios para nuestro organismo sólo debemos ajustar la cantidad dependiendo de nuestras necesidades energéticas a cubrir.
María del Carmen Valerdi Quiroz
Porfesora de ESAHM
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