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La iluminación en un negocio o empresa es algo que va más allá de lo puramente técnico y afecta tanto a la imagen del negocio como a la productividad de los trabajadores. Es algo importante en multitud de espacios diferentes, pero cobra especial relevancia en el sector gastronómico, concretamente en las cocinas.
La iluminación en la hostelería siempre ha sido de gran importancia. En primer lugar en la barra, para crear un ambiente atractivo a quien llega al establecimiento; pero también en la zona de servicio para jugar con diferentes tipos de iluminación en las mesas creando ambientes independientes y privados.
La iluminación en la cocina: claves para acertar
De entre todos los espacios de un negocio del sector de la hostelería es la cocina donde la iluminación debe usarse de manera más precisa. Existen multitud de tipos de iluminación interior a elegir en el mercado, pero no todos los recomendamos como fuentes de iluminación en la cocina.
Para una cocina industrial hay que tener en cuenta una serie de claves para elegir la iluminación correcta, como pueden ser las características de la propia cocina, las dimensiones de esta o la intensidad de uso. Pero además es importante tener en cuenta los siguientes elementos.
Potencia
En una cocina de un negocio es necesario que la iluminación sea potente para que los cocineros y pinches puedan trabajar de manera profesional. Una luminaria potente permite identificar rápidamente la gama cromática de los productos o la cantidad que se vierte de un determinado ingrediente.
Para ello recomendamos el uso de luminarias de temperatura fría. Este tipo de iluminación suele proporcionarnos una luz blanca, en torno a 4.000 grados Kelvin, que ofrece una visibilidad idónea en la cocina y que nos parece mucho más interesante que las luminarias de luz neutra o cálida.
Enfoque y dirección
En una cocina industrial es necesario que la iluminación esté correctamente enfocada hacia las áreas de trabajo para evitar que haya sombras en las mesas o fogones que dificulten el trabajo de los empleados. En este punto solemos recomendar el uso de lámparas fluorescentes o tiras LED, ya que aportan una luz potente y directa muy recomendable en las cocinas.
Consumo y aporte de calor
En el uso de iluminación para cocinas en los negocios no hay que perder de vista un objetivo fundamental: el ahorro energético y la rentabilidad. Una cocina de un restaurante, hotel o bar permanece abierta buena parte del día y de la noche, así que aconsejamos la instalación de luminarias de bajo consumo para ahorrar en la factura energética. Para ello evitaremos la instalación de focos halógenos, que además de su elevado consumo de electricidad cuentan con una emisión de calor muy elevada que puede resultar desagradable para los trabajadores, que ya cuentan con las elevadas temperaturas de los fogones.
Como podemos comprobar tan solo es necesario seguir una serie de pautas muy sencillas en torno a la iluminación para que la cocina esté perfectamente iluminada bajo criterios de confort, ahorro energético y productividad.
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