En el mundo profesional de prestación de servicios, hay ciertos conceptos que debemos conocer al detalle.
Los documentos más importantes son aquellos en los que involucraremos información de la empresa y del cliente. Aquellos documentos que serán el mecanismo de comunicación profesional, debe realizarse en tiempo y forma.
Por ello, hoy explicaremos al detalle uno de ellos, la Factura Proforma.
Debemos tener claro que no es lo mismo una factura proforma que una factura ordinaria, de tal manera que no debemos ni confundirlas ni mucho menos, sustituir una por otra.
¿En qué situaciones emitimos facturas proforma?
Hay veces en que, como empresa, lo que queremos es enviar un presupuesto, pero hay otras ocasiones en las que nuestro cliente ya ha acordado el servicio con nosotros o bien que este ya nos ha hecho el pedido pero todavía no nos ha pagado; es aquí donde le enviamos una factura proforma.
¿Qué es una factura proforma?
Así, si observamos el tema con detenimiento, una proforma es como un borrador de factura que refleja un acuerdo entre el comprador y el vendedor, que en ningún modo significa una obligación de compra o de venta.
Las facturas proforma se usan mucho en el sector de la exportación a título de comprobante de una transacción que todavía no se ha consumado (el cliente no ha recibido la mercancía ni por supuesto, la ha pagado).
¿Cómo se hace una factura proforma?
Respecto a lo que tiene que contener una proforma, lleva lo mismo que una factura ordinaria pero no debe ir numerada o bien puede llevar otro tipo de numeración diferente al de las facturas ordinarias, ya que así evitamos confundirlas y sustituirlas, por tanto.
Es importante tener en cuenta que una proforma no tiene a efectos de Hacienda ni validez contable ni fiscal, por tanto, sus números nunca deben aparecer reflejados en ningún informe contable (declaración del IVA, cuenta de resultados, etc.).
Dicho esto, siempre que emitamos una proforma y esta pase a ser el reflejo de una operación comercial completa, debemos convertirla en factura ordinaria; en la actualidad, existen programas informáticos de gestión de negocios que, “en automático”, convierten una proforma en una factura ordinaria (sin duplicar asientos), siempre que la operación de referencia se complete, claro está.
Experto universitario en Protocolo, Ceremonial y Organización de Eventos por la Universidad Miguel Hernández de Elche y Escuela Internacional de Protocolo Madrid. Actualmente se dedica a la consultoría comercial, marketing vinícola y formación externa para restauración, hotelería y bodegas. Protocolo & Wine y participa en diferentes medios como divulgador sobre vino y protocolo. Docente de EstudiaHosteleria.com . Puedes consultar toda nuestra nuestra oferta formativa de cursos y másteres en nuestra web.
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