Un Brunch no es más que un desayuno tardío, o quizás una comida temprana. El término viene del inglés y es una combinación de otras dos palabras: breakfast (que es el desayuno) y lunch (que es el almuerzo o comida del mediodía). Se ajustaría más o menos con lo que tradicionalmente en nuestro país se ha llamado “almuerzo”.
Aunque la Real Academia Española aún no ha decidido integrar la palabra brunch en nuestro diccionario, no es descartable que con el tiempo lo haga. En nuestro país cada vez se emplea más este término. Especialmente son muchos los hoteles y restaurantes de tipo turístico que sirven el brunch en formato de autoservicio o a la carta.
Históricamente, el brunch nación en la Inglaterra de hacia el año 1800 entre la clase alta. La explicación es que las familias de clase alta británica solían dar el domingo como día libre a los sirvientes. Por la mañana antes de marchar, estos dejaban preparados platos de tipo bufé para que la familia tuviese a su disposición para servirse sin esfuerzo el desayuno y la comida.
La revista satírica inglesa Punch, ya comentaba en 1896 en su sección ‘Fashionable and Seasonable’: “Hoy día para estar a la moda tenemos que ir de ‘brunch’. Una excelente palabra compuesta, introducida, por cierto, el año pasado, por el Sr. Guy Beringer en la ya difunta revista Hunter’s Weekly, indicando una combinación de desayuno y almuerzo. En Oxford, sin embargo, hace dos años, se introdujo una importante distinción: si la combinación de comidas se toma en un horario más cercano al del desayuno, se llamaría ‘brunch’, mientras que si se hace en un horario más cercano al almuerzo sería un ‘blunch’. Por favor, no se olviden de esto.”
Qué tipo de comida se suele servir en el brunch
Dependiendo del local, el brunch suele servirse entre las 10 y las 17 horas. Suele ser un tipo de comida que se asocia con los fines de semana o los días festivos que es cuando nos levantamos más tarde.
En el brunch es muy habitual mezclar platos dulces con otros salados. Como ya hemos dicho lo más normal es que adopte la forma de un buffet. Entre los platos dulces suelen ser imprescindibles los croissants y los muffins, pero también es fácil encontrar tortitas, crepes o gofres. Entre los salados, los huevos son un básico que podemos encontrar en distintas presentaciones, desde fritos a revueltos, pasando por una tortilla francesa o huevos benedictinos. Acompañarlos de bacon también es una buena idea. Tampoco pueden faltar quesos variados y diferentes clases de embutidos. Otro clásico son los sándwiches y la fruta fresca.
Entre las bebidas no suelen faltar el café, el té, zumos de frutas variados y alguna bebida alcohólica, entre ellas suelen destacar los cócteles como el cóctel Mimosa, el cóctel Bellini o el Bloody Mary.
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