El caqui una fruta muy versátil

El caqui es una fruta sabrosa y nutritiva que aunque hace algunos años era bastante exótica en nuestros mercados, ahora se ha convertido en habitual. Se conoce también con los nombres de palosanto y persimón. Se caracteriza por su color anaranjado o rojizo dependiendo de la clase. Es una fruta característica del otoño, ya que su periodo de maduración habitual es entre octubre y diciembre. Aunque en función de las variedades, pueden madurar también entre septiembre y enero.

El árbol del caqui es originario de China y de Japón, de hecho su nombre japonés puede traducirse como “fruta del juego divino”. A España llegó, junto a muchas de las especias, en el s. XVI como árbol ornamental. Hoy en día, Valencia es uno de los grandes productores de caquis. Otros centros productores destacados son Corea, Italia, Brasil y Eslovenia. Lo cierto es que existen diferentes variedades de caquis que se pueden clasificar en función de su árbol de procedencia. Otro tipo de clasificación se basa en su forma, color y sabor, dividiéndolos en caquis astringentes y no astringentes.

Cómo es el caqui

El caqui es una fruta de sabor muy dulce, sin embargo, hay personas a las que no convence la textura de su pulpa carnosa, por el hecho de que se parece bastante a la de la mermelada. Y es que al comerlo puede dejar una sensación astringente y pegajosa. El punto óptimo para comerlo es cuando está muy maduro, de modo que puede incluso comerse con cuchara. 

Se trata de una fruta muy nutritiva, tiene un 80% de agua, es muy baja en grasa y rica en carbohidratos y fibra. Es decir, son una fuente importante de energía. Un caqui puede aportar unas 127 calorías. Los caquis son ideales para luchar contra el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra. Además, son ricos en calcio y en provitamina A o betacaroteno que es idónea para el cuidado de los huesos y la piel. Tienen propiedades antioxidantes gracias a la vitamina C, y también tiene importantes cantidades de vitamina B1 y B2. Su alto contenido en potasio los convierte en unos aliados perfectos para las personas que padecen hipertensión o enfermedades cardiovasculares. También favorecen la absorción del hierro y ayudan a reducir el colesterol.

Las diferentes maneras de las que se puede comer el caqui

Además de para consumirla como postre o a media mañana, el caqui es una fruta ideal para realizar muchas elaboraciones diferentes que van desde las mermeladas a los budines o pasteles. También es perfecto para tomar en batidos. Asimismo hay cocineros que lo utilizan como base para hacer algunas salsas a las que aportan un toque exótico como el chutney de la India.

Combina muy bien con las frutas cítricas que le aportan un toque de acidez Y es que al ser muy dulce es ideal para la elaboración de diferentes postres, pero también ensaladas, su sabor dulce puede ser un contraste ideal para el de otros ingredientes salados como las anchoas. 

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