Uno de los vinos más conocidos que tenemos en nuestro país son los vinos Ribera del Duero. Seguro que en más de una ocasión has tenido la oportunidad de probarlo o, incluso, de hablar sobre ello con alguna persona que viva en la zona.
En este artículo de ESAH te vamos a contar todos los detalles sobre las características de estos vinos Denominación de Origen y de cómo se deben catar. ¡Vamos allá!
¿Cómo son los vinos Ribera del Duero?
Al igual que sucede con la mayoría de los vinos, las condiciones climatológicas que tiene la vid de los Ribera del Duero hacen que este sea un vino con unas características únicas en el mundo.
En la alta meseta de Castilla y León suele haber lluvias moderadas, veranos secos, inviernos largos y una gran amplitud térmica en las diferentes estaciones del año. En cuanto a los suelos donde se cultivan, son limosos y arcillosos. Las más de 300 bodegas en las que se produce esta Denominación de Origen se reparten entre las provincias de Burgos, Soria, Valladolid y Segovia.
Las variedades de uvas que más se usan para elaborar los Ribera del Duero son Tempranillo, Cabernet, Merlot y Malbec. Y hablando de los tipos de vinos de esta Denominación de Origen se pueden encontrar tintos, rosados y blancos, y dentro de los tintos pueden ser jóvenes, crianza, reserva y gran reserva en función de los meses que haya permanecido en maduración.
Son vinos que se caracterizan por ser elegantes y equilibrados y tener una estructura muy firme. Su color suele tener diferentes tonos de rojo, como cereza, granate o rubí. Para terminar, sus aromas son intensos y persistentes y pueden ser tostados, maderas nobles o especias, entre otros muchos.
¿Cómo se debe catar un vino Ribera del Duero?
Ahora que ya conoces las principales características de los vinos Ribera del Duero, veamos cómo se deben degustar con todos los sentidos:
- Fase visual: a través de la vista trataremos de analizar su aspecto físico. Su nitidez, su transparencia o su fluidez son algunos de los detalles en los que nos podemos fijar. En cuanto al color, suele ser brillante y violáceo en los más jóvenes y más turbio y rojo teja en los reserva.
- Fase olfativa: lo ideal es mover el vino en la copa para que se oxigene, lo que potencia los aromas. En los Ribera del Duero se pueden notar una amplia variedad de aromas, desde frutos del bosque hasta roble, pasando por especias, cuero, vainilla o regaliz, entre otros muchos aromas terciarios.
- Fase gustativa: su nivel justo de acidez y los taninos redondos hace que sea un vino que aporta mucha frescura. Cuanto más joven sea el Ribera del Duero, más fácil será de beber, mientras que los que tienen más años presentan más cuerpo y persistencia.
- Fase táctil: dentro de la boca se puede notar rápidamente que es un vino fresco, suave y fácil de beber, por lo que su tacto es muy agradable al paladar.
Esperamos que la próxima vez que pruebes un Ribera del Duero puedas apreciarlo un poco más gracias al conocimiento que has ganado en este artículo. ¿Cuál ha sido tu experiencia con estos vinos? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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