Hoy en el blog de ESAH, Estudios Superiores Abiertos en Hostelería, os traemos una columna de opinión del sumiller profesional y profesor de la escuela Ivan Rad, a quién recientemente entrevistamos en el blog. A continuación os dejamos con él…
Al no ser un profesional de la medicina, carezco de autoridad formal sobre la materia, así que toma este artículo a título orientativo y antes de iniciarte en el apasionante mundo del vino, acude previamente a tu médico de cabecera y pregúntale si, dadas tus condiciones, puedes consumir vino. Nadie mejor que él para asesorarte en ambos temas. Dicho esto:
Mi intención no es otra que adentraros en esta “armonía” a dos bandas de vino y salud con frescura, de tal manera que a través de pequeñas “curiosidades” (contrastadas por las autoridades sanitarias), vayamos construyendo nuestros propios hábitos saludables a la par que destruyendo, dicho sea de paso, falsos mitos.
Afrontemos pues este tema desde el punto de vista de la expectación y el fisgoneo:
La alimentación debe ser simplemente sana y equilibrada, de tal manera que en base a multitud de estudios realizados, podemos indicar que el vino se convierte en una bebida ideal para una persona sana.
¿Engorda el vino?
Una copa de 12 Cl de vino blanco contiene unas 100 calorías y una de tinto, 10 más.
Juzgad vosotros mismos.
¿Es realmente saludable el vino?
Parece ser que todos los estudios realizados apuntan a que el consumo moderado tiene efectos saludables diversos en personas sin problemas específicos de salud (diabéticos, hipertensos, etc.)
¿Qué es consumo moderado?
Es tomar una copa en la comida, aunque esto puede variar en función de la persona. En cualquier caso, si bebe más, siempre será menos perjudicial que si estuviera bebiendo un alcohol destilado.
Como argumentos a favor de este consumo, baste indicar alguna que otra particularidad de otras bebidas a las que con frecuencia acudimos, en vez de al vino:
- La leche no siempre es tolerada bien por los adultos (estamos ante un alimento no ante una bebida).
- Mucho café nos puede poner “nerviosos”.
- La cerveza produce muchos gases.
- Un zumo de frutas no aporta buena armonía con los platos cocinados.
Sin excluir ninguna, ¿por qué no nos animamos e incluimos un vaso de vino?
Desde la perspectiva nutricional, el vino nos aporta todas las vitaminas contenidas en la uva; así nos encontramos: B2, B1, B3, C y minerales como el potasio.
Por supuesto, cómo no hacer referencia a las cualidades y poderíos antioxidantes del vino.
El vino tinto contiene gran cantidad de compuestos antioxidantes además de contener alcohol. Estos compuestos son los responsables de disminuir la oxidación del LDL (el colesterol malo), de mejorar la reactividad muscular y de disminuir el daño oxidativo al ADN, daño capaz de generar mutaciones y, como no, cáncer. De ahí las ventajas del vino tinto sobre otras bebidas alcohólicas. Demostrado queda que el consumo moderado de vino eleva los niveles de colesterol HDL (el bueno) en sangre y disminuye la tendencia de la sangre a coagular evitando la formación de trombos, lo que fortalece su efecto benéfico.
Para finalizar, debemos ser cuidadosos de los excesos en el consumo de vino por cuanto sus efectos son muy nocivos, en especial para aquellos que poseen antecedentes de alcoholismo personal o familiar o para quienes el alcohol sea una contraindicación debido a tratamientos médicos y reiterar el mejor consejo que se me ocurre: bebe siempre con moderación y acude a tu médico antes de aventurarte a degustar habitualmente una botella de vino.
Si te ha parecido interesante este artículo de opinión sobre el “vino y la salud” de Ivan Rad, sumiller profesional y profesor de ESAH, y te gustaría seguir profundizando a través de una formación de calidad en enología, recuerda que en ESAH tenemos a tu disposición una variedad de cursos profesionalizantes los cuales te ayudarán a adquirir nuevas habilidades y competencias tanto para el disfrute personal del mundo del vino, como si quieres desarrollar tu carrera profesional en el sector del vino. Consulta toda nuestra oferta de formación en cursos de enología en EstudiaHosteleria.com
Experto universitario en Protocolo, Ceremonial y Organización de Eventos por la Universidad Miguel Hernández de Elche y Escuela Internacional de Protocolo Madrid. Actualmente se dedica a la consultoría comercial, marketing vinícola y formación externa para restauración, hotelería y bodegas. Protocolo & Wine y participa en diferentes medios como divulgador sobre vino y protocolo. Docente de EstudiaHosteleria.com . Puedes consultar toda nuestra nuestra oferta formativa de cursos y másteres en nuestra web.
1 Comment
Carlota Sevilla
3 junio, 2019 at 10:55Está claro que el vino, como muchas otras bebidas y alimentos, puede ser perjudicial en exceso. También la leche, la carne e incluso demasiada fibra. Cada alimento tiene una tasa diaria recomendada y ubicarse ahí es lo más adecuado.