El hummus es un plato que por su sencillez y sabor está presente en muchos hogares españoles. Todos conocemos la receta del hummus clásico, pero existen múltiples tipos de hummus elaborados con distintos vegetales que aportan color y distintos matices de sabor a un plato nacido en Oriente Medio que ha conquistado las cocinas de todo el mundo. Hoy a través de este post queremos acercaros un poco de historia y opciones de esta alternativa a otras salsas y procesados “para untar”.
Las guerras del hummus
El origen del hummus, como ocurre con infinidad de recetas, no está claro. Hay autores que lo sitúan en el antiguo Egipto, donde ya se servía una crema de garbanzos untada en pan. Lo que sí sabemos es que este plato surge en Oriente Medio. En el Líbano, país que lucha por que se reconozca que el hummus es un plato autóctono, cocinaron en 2009 el plato de hummus más grande del mundo, de más de 10 000 kilos. 300 chefs libaneses batieron así el anterior récord, conseguido por Israel en 2008. Israel es otro de los países que reivindica con vehemencia la creación del hummus, al que consideran un alimento bíblico. Las “guerras del hummus”, según explica el profesor Nir Avieli en un artículo homónimo, son un fenómeno gastropolítico.
Ingredientes del hummus
Existen varios ingredientes del hummus que son imprescindibles. La palabra hummus significa garbanzos. Es su ingrediente principal y debemos elegirlo de la mayor calidad para obtener una textura sedosa. En las recetas más ortodoxas, los garbanzos se dejan en remojo toda la noche, se cocinan cuatro horas y se pelan.
El otro ingrediente protagonista es la tahina. Se trata de una pasta hecha con sésamo que aporta gran parte de la personalidad al plato. Debemos elegir una hecha exclusivamente con sésamo, ya que existen algunas que incluyen otros frutos secos como el cacahuete. El ajo es fundamental, al igual que el aceite de oliva y el limón. Con pequeñas variaciones, lo habitual es condimentarlo con comino, pimentón y perejil. Con todo esto, se elabora una pasta que debe quedar untuosa y que se acompaña tradicionalmente con pan de pita.
Otros tipos de hummus
Con la popularización de esta receta, han surgido nuevas interpretaciones y diferentes tipos de hummus. La base sigue siendo la pasta de garbanzos, pero entra en juego la imaginación para combinar nuevos ingredientes. Así surge por ejemplo el hummus con aguacate, de inspiración mejicana y que podemos acompañar con totopos, una hortaliza que complementa perfectamente al garbanzo es el pimiento rojo. El hummus con pimientos del piquillo resalta las cualidades del plato y aporta color, al igual que el de remolacha, que destaca por su sabor dulce y mineral. El hummus también puede elaborarse con cualquier legumbre como lentejas rojas, guisantes, edamame o judías blancas.
Una combinación inesperada y deliciosa es el hummus con chocolate. Es un postre saludable, vegano y con un plus de cremosidad. Se puede acompañar de pan tostado, obleas y espolvorear con ralladura de naranja o limón, coco rallado o almendra crocanti.
El hummus es un plato fácil de elaborar, versátil y sano, que admite experimentar con ingredientes y guarniciones. El secreto, como siempre, está en escoger una materia prima de calidad.
A continuación os dejamos la receta que Mari Carmen Valerdi, coordinadora docente del área de cocina de nuestra escuela online ESAH nos sugirió en un post anterior:
Receta Hummus con Aguacate
Ingredientes:
- 400 g garbanzos cocidos
- 70 g tahina
- 15 g ajo
- Sal
- ½ cdita Comino molido
- 2 limones
- Aceite de oliva
- 1 aguacate
Elaboración:
- Pelar y cortar el ajo por cuatro, extraer el zumo de limón.
- Cortar el aguacate por la mitad, retirar el hueso y con ayuda de una cuchara recuperar toda la pulpa, reservar unos cuantos garbanzos para decorar.
- Triturar todos los ingredientes hasta obtener la textura de una crema suave y ligera, aliñar al gusto.
- Sirve en un plato o bandeja, decora con un poco de pimentón, aceite de oliva y los garbanzos reservados.
- Ya que estamos, acompaña con “totopos”, que no es otra cosa que las tortitas de maíz fritas mal llamadas “nachos”.
Recuerda:
Conserva agua de la cocción de los garbanzos, añade la que necesites al triturar hasta conseguir la textura deseada.
Tanto la tahina, ajo, comino así como el zumo de limón, puedes ajustarlo al gusto de los comensales.
¡Qué aproveche!
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