En protocolo, cuando acudimos a la palabra “etiqueta” a la hora de indicar o marcar la adecuada para un evento en cuestión, sea del tipo que sea (social, profesional, etc.) estamos haciendo referencia al ceremonial de los estilos, usos y costumbres que se debe guardar en actos públicos o bien incluso se puede hacer extensivo también su significado, tal y como aparece recogido en el diccionario de la R.A.E., a la manera de tratarse las personas particulares o en actos de la vida privada a diferencia de los usos de confianza o familiaridad.
Por lo general, cuando al experto en protocolo le preguntan sobre la etiqueta en un bautizo o en una celebración de mañana, de tarde o de noche, etc., nos centraremos más en nuestra respuesta en torno a cuál sería la vestimenta más apropiada y tendremos siempre en cuenta, antes de nada, que nosotros sólo damos recomendaciones a nuestros clientes sin imponer una u otra etiqueta.
En otro prisma, como invitados, deberíamos respetar la “etiqueta” que se marca en la invitación, ya que puede ser considerado como una falta de educación y de respeto hacia el anfitrión. Así pues, cuando recibimos una invitación para asistir a un evento, sea del tipo que sea, en primer lugar debemos leer con detenimiento esa invitación y ver si marca o no marca nada sobre la etiqueta.
Por ejemplo, recibimos una invitación para asistir como invitados a una boda y refleja indicación sobre la etiqueta, por ejemplo “caballeros – chaqué, señoras – vestido largo” será muy cortés por nuestra parte el acudir al evento de esa forma, ya que el deseo precisamente de los contrayentes es contar con nuestra presencia pero también, vestidos de esa determinada manera.
Además desde un punto de vista práctico, el que nos marquen la etiqueta al final facilitará la decisión del vestuario sobre todo para las mujeres ya que el hombre en definitiva siempre lo tendrá más fácil, en general, por lo más “limitado” de su vestuario con tres o cuatro tipologías bien definidas aunque con todas sus variaciones y posibles combinaciones de telas, diseños y colores (traje, chaqué, frac, esmoquin, etc.).
Ahora bien, si en la invitación no hubiera referencia alguna a la etiqueta, ésta la marcará ahora el momento del día en que se celebre el evento, es decir, si es de mañana o de tarde.
Si continuamos con el ejemplo boda y nos centramos en los hombres, será muy importante el saber de antemano cómo va a ir vestido el novio; así, si el novio va con traje oscuro, los testigos e invitados deberían ir de traje oscuro.
Por el contrario, si el novio y los testigos van de chaqué, los invitados irán bien de traje oscuro o con chaqué también. Si como invitado optamos por ir de chaqué, es muy importante el saber de qué color serán la corbata y el chaleco del novio y de los testigos, con el objetivo de no coincidir con ellos.
Respecto al chaqué, esta prenda es para actos que no sobrepasen la media tarde, no obstante, en la actualidad se viste tanto en bodas de mañana o de tarde y ello porque la tradición española lo contempla como atuendo idóneo para los novios independientemente de la hora del día a la que se casen. Y por el contrario, mientras no se trate de una boda, nunca debe usarse en fiestas nocturnas.
¿Qué podemos hacer si la invitación nos marca chaqué y no tenemos esa prenda? Pues efectivamente o comprarlo para la ocasión (actualmente los hay de verano, de invierno, más caros, más económicos, etc.) o bien optar por el alquiler del mismo por un módico precio en el que incluso tendremos la opción de alquilar uno usado o bien alquilar uno a estrenar (por nosotros).
Hoy día existen tiendas especializadas en las que te toman medidas, te lo planchan, lo recoges, lo usas y lo entregas, sin más. El rango de precios es económico y hacen precios especiales para grupos.
El frac es el exponente máximo de la formalidad, atuendo de gran gala y máxima etiqueta masculina. El hombre lo utilizará en actos nocturnos formales, cenas de Estado o bailes de gala celebrados en espacios cerrados, en los Premios Nobel y excepcionalmente se vestirá de día en ciertos actos académicos, judiciales y recepciones diplomáticas; el uso del frac debe venir indicado en la invitación.
Por lo que respecta al esmoquin, es la opción perfecta para veladas festivas utilizado con frecuencia en fiestas nocturnas como por ejemplo una entrega de premios (los Oscar), un cóctel, en Nochevieja y otros eventos de gala. Por supuesto, su uso debe ser indicado en la invitación también y es importante saber que no se debe usar en bodas religiosas de tarde-noche por ser considerado este evento una celebración y no una fiesta.
Ahora bien, si no se tiene posibilidad de ir como desean los novios siempre se puede recurrir al traje de chaqueta oscuro.
A modo de conclusión, intentaremos adaptar nuestro estilo a la situación con la que nos vayamos a encontrar, dentro de estas recomendaciones, pero siempre teniendo en cuenta que “la elegancia se asocia con la discreción y no con la ostentación”.
Experto universitario en Protocolo, Ceremonial y Organización de Eventos por la Universidad Miguel Hernández de Elche y Escuela Internacional de Protocolo Madrid. Actualmente se dedica a la consultoría comercial, marketing vinícola y formación externa para restauración, hotelería y bodegas. Protocolo & Wine y participa en diferentes medios como divulgador sobre vino y protocolo. Docente de EstudiaHosteleria.com . Puedes consultar toda nuestra nuestra oferta formativa de cursos y másteres en nuestra web.
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