Podríamos enumerar infinidad de segmentos turísticos, diferenciados por las necesidades de cada cliente en cada momento: Turismo de Negocios, Deportivo, Cultural, Gastronómico, de Salud o Belleza, Turismo vacacional, etc.
Dentro de cada uno de estos segmentos se podrían hacer también subdivisiones. Por ejemplo, el turismo vacacional lo podríamos volver a segmentar en turismo de sol y playa o turismo de montaña.
Cada perfil de cliente tiene distintas necesidades y busca sensaciones diferentes en cuanto al tipo de alojamiento y por supuesto en cuento al entorno en el que éste se encuentra.
Incluso dentro de este turismo turismo vacacional de sol y playa, podríamos hacer nuevas segmentaciones partiendo de la idea de una de las últimas tendencias en cuanto a estilo de vida en general.
Una de ellas, el “slow life” es la contraposición manifiesta de los macro hoteles y el bullicio, en este tipo de turismo los clientes tienen como máxima la sencillez. Para ellos, el minimalismo es sinónimo de sofisticación.
Nos encontramos, por tanto, con una nueva tendencia que sería el Turismo Natural. Para este grupo de personas que necesiten desconectar del mundanal ruido y recargar sus baterías en un entorno tranquilo y singular, un buen ejemplo de propuesta de alojamiento turístico y ocio sería alojarse en un lugar privilegiado en el corazón de una reserva natural.
Y para ello, tomamos un caso de éxito como es el de Cabanas no Rio, en el corazón de la Reserva Natural del río Sado, en Comporta. Quienes elaboraron una construcción de madera inspirada en las antiguas cabañas de pescadores.
Bueno, en realidad en este caso se trata de dos cabañas de 14 metros cada una. En la primera, se encuentra el dormitorio y un baño con posibilidad de ducha interior o exterior. Y en la segunda, un salón con una ingeniosa cocina básica y más que suficiente para preparar una comida rápida utilizando los productos frescos de la zona. Frente a la puerta de la cabaña, un pantalán donde sentarnos a disfrutar del paisaje o desde el que partir a descubrir la zona navegando por el río.
Como ves, no hace falta hacer grandes inversiones para dedicarse al negocio turístico, una buena propuesta segmentada y orientada correctamente al público objetivo, con apoyo de marketing y el canal de la distribución hotelero moderno puede ser suficiente para encontrar tu propio hueco en el mercado. Además, este tipo de soluciones turísticas son grandes fijadoras de empleo en las localidades en las que se establecen.
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