Cómo reducir el desperdicio alimentario en hostelería

El compromiso del sector hotelero con la reducción del desperdicio alimentario es cada vez más patente. Hay estimaciones que calculan que los seres humanos desperdiciamos más de un tercio de los alimentos que se producen en el mundo. España estaría en el séptimo puesto en Europa en lo que se refiere a desperdicios alimentarios.  Son muchas las medidas que se pueden implementar para tratar de reducirlo en el sector de la hostelería, mejorando también con ello la economía de las diferentes empresas.

Reducir el desperdicio alimentario con una correcta planificación

El primer paso para reducir el desperdicio alimentario en nuestro sector es tener clara cuál es la oferta de tu restaurante y hacer una planificación detallada del menú. Debes pensar que muchas veces los clientes valoran más más calidad que la cantidad. En este sentido, es mejor apostar por una carta más reducida que te permitirá tener almacenados menos productos, lo que hará más fácil que los puedas aprovechar. Además, puedes emplear el mismo ingrediente en diferentes platos.

Si tienes algún producto que tiene una fecha de caducidad próxima es una buena idea que lo incluyas en el menú del día. También puedes adaptar el tamaño de tus platos en función de las necesidades, por ejemplo, ofrecer medio menú o platos más pequeños para los niños.

Una vez que tengas claras las necesidades llega el momento de optimizar el proceso de compra de los alimentos. Mantener una comunicación directa con tus proveedores te permitirá llegar a acuerdos sobre los productos que adquieres en lo que respecta a tamaños, pesos y características. También debes adaptar los pedidos a los pronósticos de ventas.

Utilizar productos locales de temporada no solo es una manera de potenciar la economía local, sino de asegurarse que se compran productos frescos y de calidad.

Otras medidas importantes a tener en cuenta

Una vez que tienes los productos en tu local es muy importante que el personal lleve un adecuado control de las fechas de caducidad y de la rotación de los alimentos. Los productos deben conservarse respetando sus necesidades y especialmente la cadena de frío. Todo el equipo debe  tener la adecuada formación en lo que se refiere a las técnicas de prolongación de la vida del producto para alargar su vida y evitar el desperdicio.

A la hora de elaborar los platos, se debe contar con una precisa definición de las recetas, especificando tanto los ingredientes como sus cantidades. La manipulación correcta de los productos es otro punto importante, así como contar con el equipamiento adecuado.

Involucrar a los clientes también es una buena idea. En este sentido, se puede desde informar a los clientes de la política del local de trabajar en la reducción de desperdicios alimentarios, de modo que puedan aportar ideas. Hasta animarles a que se lleven las sobras en envases específicos. E incluso facilitar la reserva por adelantado para contar con estimaciones del producto que se va a necesitar.

Además, debes saber que, hoy en día, existen software de trazabilidad que te ayudan a optimizar los diferentes procesos y a reducir las mermas evitando en la medida de lo posible el desperdicio alimentario.

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