10 Características de un buen maître

El maître es una de las figuras más importantes de un restaurante. Es el profesional que se encarga de que todo funcione a la perfección. De su buen hacer depende en gran parte que el cliente se sienta a gusto y tenga una experiencia agradable y positiva y que el equipo de sala funcione bien. Es un puesto que requiere años de formación y de experiencia. Son muchas las características que puede tener un buen maître, pero vamos a ver algunas que consideramos fundamentales.

1. Formación constante. Los mejores maîtres lo son por vocación, son verdaderos apasionados de su trabajo. Por eso no les cuesta nada estar formándose constantemente en temas tan variados como la cultura o el aprendizaje de idiomas. También les encanta viajar, para conocer otras culturas y maneras de hacer.
2. Amplios conocimientos sobre gastronomía. Además de conocer al dedillo la carta del restaurante en el que trabaja, un buen maître tendrá amplios conocimientos sobre gastronomía. Eso le permitirá poder responder adecuadamente a las dudas o preguntas que le hagan los clientes. También los camareros podrán recurrir a él en caso de que les surja alguna duda.
3. Educación y precisión en el lenguaje. Utilizar el tono y el lenguaje apropiado es una  característica muy importante para crear el ambiente adecuado. Ser cercano y a la vez respetuoso con los clientes y saber expresar exactamente lo que quiere a los trabajadores para que no surjan equívocos es una de sus funciones. El maître ejerce de puente entre los clientes y el resto del equipo.
4. Comunicador eficaz. Unido al punto anterior, un buen maître será un buen contador de historias, sabrá contarnos cada plato con sus ingredientes y técnicas como si de un relato se tratara. Además, podrá recurrir a una amplia gama de anécdotas. Pero también debe ser un buen conocedor del lenguaje no verbal, que le permitirá saber si los clientes se sienten cómodos.
5. Empático. La empatía es una cualidad fundamental para todas aquellas personas que trabajan de cara al público y gestionando equipos. Saber ponerse en el lugar del otro y comprenderlo es clave para ser capaz de dar las respuestas adecuadas en cada momento.
6. Tener capacidad para gestionar equipos. A la capacidad de gestión deben sumarse también las dotes de liderazgo. Son muchas las personas que están a cargo del maître, los camareros necesitan un profesional que sepa guiarlos, que conozca sus puntos fuertes y débiles y que a la vez tenga capacidad de escucha.
7. Ser resolutivo. Para ello es importante ser capaz de controlar el estrés. Muchas veces en un restaurante hay que tomar decisiones rápidas de manera que el funcionamiento de todo el engranaje se vea lo menos afectado posible.
8. Saber trabajar bajo presión. Todo trabajo que implica asumir una responsabilidad tiene un cierto grado de presión, el maître es el encargado de lograr que todo salga bien en el restaurante y de tomar las decisiones.
9. Ser ordenado. Este punto debemos entenderlo más como una actitud que implica  valores como la puntualidad, la disciplina personal o la exactitud.
10. Atención al detalle. Por último, pero no menos importante un buen maître será una persona detallista a la que le guste comprobar que todo está como debe.

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