Cómo se elabora la mantequilla

La mantequilla es uno de esos productos que se pone en el punto de mira de las dietas saludables. Sin embargo, consumida con moderación puede ser considerada un alimento totalmente saludable, especialmente si se trata de mantequilla casera. Y es que nos aporta nutrientes que resultan esenciales para el organismo. Por ejemplo, contiene todas las vitaminas liposolubles: la A, la D, la E y la K. Además de minerales como el selenio y el yodo y ácidos grasos. Básicamente, la mantequilla viene a ser la grasa de la leche con un porcentaje de agua.

La mantequilla casera es mucho más suave y cremosa que la industrial. Su sabor no solo es muy agradable sino que puede adaptarse al gusto de cada uno añadiendo más o menos sal e incluso hierbas aromáticas para darle un toque original.

Para hacerla solo hay un ingrediente que resulta imprescindible, la nata de montar que debe tener entre un 33 y un 35% de materia grasa. Puede complementarse con media cucharadita de sal y como hemos dicho con hierbas aromáticas si se desea.

El proceso de elaboración es muy sencillo, y lleva aproximadamente unos 20 minutos.

Prácticamente podemos decir que todo el proceso consiste en batir la nata.

Batir la nata hasta que se convierta en mantequilla

Es mejor que la nata esté fría, recién sacada de la nevera. Comenzaremos colocándola en un recipiente compatible para usar con la batidora, mejor un vaso alto que no llenaremos más allá de la mitad pues durante el proceso subirá mucho. Con la batidora empezamos a batir la nata a toda potencia. Obviamente, la nata estará en estado líquido y tardará en tiempo en comenzar a subir. Justo antes de hacerlo veremos surgir unas pequeñas burbujas, después la nata se irá solidificando, es decir, se está montando.

Una vez que la nata está montada no debemos parar de batir. Tenemos que insistir hasta que se produzca un nuevo cambio, la nata adquiere ahora una consistencia cremosa. De repente observaremos que empieza a aparecer líquido. Es el suero de la leche que se está separando. Tenemos que dejar que salga todo el suero. Con la ayuda de un colador lo separamos y los reservamos pues se puede emplear como ingrediente para repostería.

Este sería el momento perfecto para añadir la sal al gusto y también las hierbas aromáticas si se elige esta opción. Después debemos batir un poco más para que se mezcle bien y para asegurarnos de que le sacamos todo el suero de leche posible. En el momento en el que no salga más líquido podemos dar por lista la mantequilla.

Lo ideal es guardarla en un bote de cristal que tenga tapa. Debemos recordar que, al no tener ningún tipo de conservante, su duración es menor que la de la mantequilla industrial. Aún así, puede durar unas tres semanas en la nevera. Con medio litro de nata obtendremos aproximadamente unos 170 gramos de mantequilla casera.

La mantequilla es un ingrediente muy utilizado en diferentes tradiciones culinarias como la francesa. Se emplea para freír y también para hacer una gran variedad de salsas. También es uno de los ingredientes más usados en los desayunos de todo el mundo.

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