Un alimento ligero y nutritivo: la calabaza

La calabaza es uno de los alimentos por excelencia del otoño. La planta de la calabaza pertenece al género Cucurbita.

Se trata de una planta que podemos encontrar tanto en estado silvestre como cultivada. Dependiendo del tipo de planta, sus frutos, unas bayas de cáscara dura que conocemos como calabazas, pueden adoptar una gran cantidad de formas, tamaños e incluso colores, sabores y colores.

Aunque su origen es discutido, se suele situar en el continente americano, en la actualidad, se cultiva prácticamente en todo el mundo.

Existen muchos tipos diferentes de calabazas

Lo más habitual es que las calabazas pesen entre 2 y 8 kilos, pero también existen calabazas gigantes que pueden llegar a pesar más de 50 kilos. En cualquier caso su pulpa es dulce, su cavidad está llena de semillas y tienen una piel dura que favorece su conservación durante largo tiempo.

Es uno de los productos que nos recomienda consumir la OMS dentro del marco de una dieta saludable. No es de extrañar si tenemos en cuenta que se trata de un alimento muy rico en vitaminas y minerales que aporta muy pocas calorías. Eso se debe a que es un alimento muy rico en agua y también en fibra.

Entre sus componentes podemos destacar el betacaroteno, un pigmento del grupo de los carotenoides que encontramos de manera natural en los alimentos que tienen tonalidades rojas, anaranjadas y amarillas. El betacaroteno, una vez que está en nuestro organismo puede transformarse en Vitamina A.

Además, es un antioxidante que nos ayuda a protegernos de los radicales libres y, por lo tanto, de muchas enfermedades y del envejecimiento celular.

Además, la calabaza es rica en calcio, magnesio, vitamina A, C, E. La Fundación Española de la Nutrición mantiene que “la calabaza destaca por su carácter digerible, pues entre sus componentes predomina el agua y carece de grasas y glúcidos”.

La calabaza es un alimento muy versátil que puede consumirse de muchas maneras

La calabaza es un alimento muy versátil. Los expertos mantienen que, especialmente cuando la consumimos asada, tiene un gran efecto saciante, por lo que es uno de los alimentos que se suelen recomendar a aquellas personas interesadas en hacer dietas de adelgazamiento.

Las calabazas pueden consumirse en forma de purés o cremas, tradicionalmente se combina con patata y cebolla, pero existen infinidad de recetas. Como hemos visto, puede comerse asada en el horno. Cocida es también un ingrediente perfecto para integrar en las ensaladas, especialmente tibias. Puedes añadirla a los rellenos de platos como crepes, canelones o empanadillas. También es un alimento idóneo para hacer postres, desde tortitas a bizcochos.

Otra de las bondades de las calabazas son sus semillas o pipas, un verdadero tesoro nutricional escondido en su interior. Las pipas suelen obtenerse de los ejemplares más maduros de las calabazas de invierno.

Destacan por ser una de las mejores fuentes vegetales de zinc. Este es un oligoelemento muy importante para la salud, especialmente para el buen funcionamiento del aparato genital masculino.

Pero también ayuda a que nuestro sistema inmunitario funciones correctamente. Las pipas de la calabaza son ricas en vitamina E y en ácidos grasos Omega 3. La mejor forma de consumirlas es crudas, sin salar y sin otros aditivos.  

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