¿Tenemos a la hostelería tocada y hundida?
En un país acostumbrado a acudir desde tiempos inmemoriales a las subvenciones como remedio de todos los problemas, la hostelería en tiempos de la Covid-19, sorprende como para defender su presente y su futuro, a través de distintos canales como pueden ser las distintas asociaciones profesionales provinciales, autonómicas o nacionales, reivindica al unísono no un plan de rescate ni cientos de euros a fondo perdido, sino tan sólo que las distintas administraciones públicas empaticen con su situación y articulen mecanismos legales. Estos mecanismos existen, mecanismos que permitan no condonar ni impuestos ni nóminas ni ningún tipo de obligación fiscal, sino simplemente abrir una horquilla temporal que permita al local seguir funcionando hasta que la cosa mejore. Y una vez normalizada la situación, que el empresario pueda cumplir con sus obligaciones como el resto de ciudadanos y empresarios de otros sectores.
Congelaciones de las obligaciones fiscales y tributarias, tasas municipales, prórrogas de los ERTES, especial atención a los alquileres de los locales y a los costes de los arrendamientos y suministros, reducción temporal del IVA, carencias en los créditos y préstamos y un largo etcétera podrían apuntarse como soluciones válidas a implementar.
Ocio nocturno
Como compañeros de viaje, nos encontramos también con el subsector “ocio nocturno”, el cual, al ritmo que vamos, se encuentra al borde de la desaparición. Si hacemos un análisis objetivo, su cierre, así como el conjunto de regulaciones improvisadas que le ha afectado, es causa directamente proporcional a la proliferación, por ejemplo, de “botellones”, caldo de cultivo a la postre para el aumento de contagios.
Horarios de apertura y cierre, aforos controlados por quien corresponda, un régimen sancionador proporcional a la actividad ilícita y al riesgo generado para los incumplidores que sea ejemplar y efectivo y que vaya más allá del efecto recaudatorio en el mejor de los casos, serían medidas que el sector, en general, agradecería. Aunque por desgracia, siempre habrá algunos que se salten la ley a la torera una y otra vez, pero no por ello han de pagar justos por pecadores.
Futuro de la hostelería
Una vez más, los árboles no dejan ver el bosque de tal manera que igual debería empezar a tenerse en cuenta a la hostelería como un motor económico en vez de entenderla solo como una barra y un camarero.
Experto universitario en Protocolo, Ceremonial y Organización de Eventos por la Universidad Miguel Hernández de Elche y Escuela Internacional de Protocolo Madrid. Actualmente se dedica a la consultoría comercial, marketing vinícola y formación externa para restauración, hotelería y bodegas. Protocolo & Wine y participa en diferentes medios como divulgador sobre vino y protocolo. Docente de EstudiaHosteleria.com . Puedes consultar toda nuestra nuestra oferta formativa de cursos y másteres en nuestra web.
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