Cuando pedimos, compramos o catamos un vino debemos ser conscientes de que son muchos los factores que hacen que ese vino tenga esas características y no otras. Como veremos a continuación, algunos aspectos dependen de la mano del hombre y otros del entorno.
Aunque hay muchos más, estos son algunos de los factores que influyen en la calidad del vino:
La tierra
Es importante que el suelo donde esté la vid tenga un buen drenaje y la capacidad de retener mucha agua. Se suele decir, además, que los suelos pobres favorecen que haya uvas de más calidad, ya que la viña tiene pocos racimos y maduran mejor.
El clima
El vino tendrá unas características diferentes en función de las condiciones climatológicas de la región en las que se cultive la uva.
Si el clima es cálido, el vino tendrá más cuerpo y más alcohol. Por lo contrario, si el clima es más frío, el vino será más ácido y refrescante. Por tanto, los vinos de clima continental son muy diferentes a los de clima mediterráneo, por ejemplo.
El tipo de uva
Es lo que le dará un sabor determinado al vino. A su vez, cada tipo de uva depende de la tierra y del clima, pues cada variedad necesita unas condiciones concretas para ser cultivada.
Por ejemplo, la uva Cabernet-Sauvignon tiene un aroma a pimiento verde, la uva Tempranillo a frutos del bosque y la uva Moscatel a jazmín o rosa.
La edad del viñedo
Para que un viñedo se considere que da una uva de calidad debe tener al menos entre 3 y 5 años. Los vinos de mayor calidad son los que provienen de viñedos que tienen entre 20 y 40 años de edad, ya que es un tiempo suficiente para que la vid se adapte a la temperatura, luz y clima de esa región.
El tipo de barrica
Si se quiere que el vino adquiera los taninos y aromas de madera, se debe guardar en barricas de roble. Por otro lado, será más redondo y perfecto si se guarda en botella.
Los conocimientos del viticultor y del enólogo
Es muy importante la intervención de los profesionales en todos los pasos del proceso, como la poda, la vendimia, la fermentación, el filtrado o la clarificación. Esta es la parte en la que la mano del ser humano puede hacer más por mejorar la calidad del vino.
Como ves, los factores que influyen en la calidad del vino son muchos más de los que pueda parecer a priori. Cambiando solo uno de ellos el vino que se obtendría sería totalmente diferente al que se quería.
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