Toda la vida hemos escuchado aquello de que la comida entra por los ojos. Resulta que nunca había estado tan cerca de ser verdad. En la actualidad, la buena presencia de un plato es muy importante. Si queremos adquirir una buena formación en hostelería debemos conocer también las tendencias y gustos y comportamientos de nuestros clientes.
El ritual de la comida ha cambiado. En cuanto el camarero deposita el plato en la mesa, para muchas personas es imprescindible tomar una foto, adornarla con un filtro, etiquetarla y compartirla en redes sociales. Ya habrá tiempo para recrearnos en los aromas e incluso para comer. En realidad, llevamos muchos años practicando el foodporn y no lo sabíamos.
Pero, ¿qué es el foodporn?
Si utilizamos una definición canónica, diríamos que es el arte de fotografiar elaboraciones culinarias, de tal forma que resulten muy suculentas. Como si se tratara de modelos, cada plato se prepara minuciosamente para sacarle una foto perfecta, que active las glándulas salivales de quien la vea.
Suelen ser primeros planos con sugerentes encuadres, de platos hipercalóricos, se podría decir que hasta hedonistas. Los alimentos están dispuestos cuidadosamente para que destaquen, la luz y los colores juegan un papel fundamental.
El hecho de que se use la palabra tan insinuante como foodporn, se debe a que este término fue acuñado por la escritora Rosalind Coward allá por el año 1984, para explicar cómo la comida puede ser sensual y convertirse en objeto de deseo.
Cómo nos beneficia el foodporn
En cierto modo, el origen del foodporn lo encontramos en las campañas publicitarias creadas para las grandes compañías de la industria alimentaria, que daban todo el protagonismo a sus preparaciones.
Las agencias publicitarias tienen auténticos estilistas de la comida, especialistas en mostrar de manera idílica cada plato. Ni que decir tiene que hacen todo tipo de trampas visuales para que los alimentos parezcan perfectos.
Pero es en las redes sociales donde el foodporn ha encontrado su hábitat natural. Por algo es uno de los hashtags más utilizados en gastronomía. Un buen influencer gastronómico debe tener conocimientos amplios de fotografía, pues es a través de la imagen como realmente puede causar impacto entre sus seguidores. Además, no degustarán ningún plato si antes no han documentado gráficamente la prueba gastronómica.
Por tanto, esta clase de fotografía culinaria se convierte en un gran reclamo publicitario para muchos negocios de la restauración, en especial para aquellos enfocados a servir un tipo de comida urbana. Pueden dar a conocer sus elaboraciones de una manera orgánica, a través de sus redes sociales.
Una de las inversiones que actualmente realizan muchos restaurante es ponerse en manos de profesionales especialistas en fotografía culinaria, capaces de transportar el olor y sabor a través de unas irresistibles imágenes.
La fotografía foodporn es una de las grandes culpables de que hoy en día el mundo de la cocina esté de moda, sobre todo si hablamos de la gastronomía del placer, aquella pensada para disfrutar.
Así que nunca descuides la presentación de tus elaboraciones, quién sabe si ahí fuera, armado con su móvil de última generación, hay un influencer con muchos seguidores dispuesto para cazar un buen ejemplo de foodporn.
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